Algoritmo, la opa más hostil del campo español

«Tenemos emociones del Paleolítico, instituciones medievales y tecnología propia de un dios. Y eso es terriblemente peligroso”. Edward O. Wilson, el «Darwin del siglo XXI

En cuanto tu teléfono se ilumina, tienes la sensación de que el campo está en llamas. Es la última oportunidad para todo. Para cortar las carreteras, para derribar la agenda 2030, para hablar con un ministro, para vivir de la agricultura. «Llegáis tarde», se repite de manera incesante en una app de mensajería instantánea, mientras que alguien escribe en twitter que «faltan cojones» desde un perfil anónimo con una foto de héroe de Marvel.

En la era digital, de redes sociales y grupos de WhatsApp, todo es urgente, emocional y dramático. Blancos y negros, ceros y unos, y virales de 15 segundos con soluciones simples a problemas complejos.

Ésta es una reflexión personal al hilo de las tractoradas sobre la “organización agraria” más hostil del campo español; el algoritmo. Y un análisis sobre por qué en el mundo virtual es más fácil fabricar una realidad que explicarla y transformarla.

Entrenados para radicalizar

Empecemos por el principio. ¿Qué es un algoritmo y cómo determina tu menú de consumo informativo?

Los algoritmos son un conjunto de normas de programación que contienen las aplicaciones para determinar que una publicación se muestre mucho o que no se la enseñe a casi nadie. Asimismo, a través de ellos una red decide a quién y cuando ofrecer dicha publicación.

En todos los sitios web que visites o redes que consultes los algoritmos rastrean tus clics. Esos algoritmos te mostrarán contenido en base a lo que ellos creen que te puede gustar y lo continuarán haciendo hasta que solamente te muestren contenidos que posiblemente tú consumirías. Una personalización que en principio puede parecer positiva en el inabarcable universo de contenidos que hay en internet.

El problema; ese filtro se acaba convirtiendo en un “filtro burbuja”, término acuñado por el ciberactivista Eli Pariser en su libro “The filter bubble”. Según Pariser, los usuarios son menos expuestos a puntos de vista que les supongan disonancia y son aislados intelectualmente en su propia burbuja de información, lo que acaba empobreciendo y radicalizando nuestras opiniones.

La paradoja es que en un entorno digital que parecería el medio óptimo para ampliar visiones, abrir la mente y contrastar enfoques, se corre el riesgo de que los algoritmos seleccionen contenidos a medida de las creencias y prejuicios de cada persona, apuntalando su posición en una especie de cámara eco. Y este proceso es aún más importante en el caso de los más jóvenes, porque su vía principal de acceso a la información son las redes sociales: ni la prensa, ni la radio, ni la televisión tradicional.

Hacer negocio en 2024 con emociones del paleolítico.

El psiquiatra evolucionista Pablo Malo, autor del ensayo ‘Los peligros de la moralidad‘, mantiene que las redes sociales explotan nuestras emociones paleolíticas: nuestros instintos sexuales, nuestra necesidad de estatus, nuestra necesidad de pertenencia y aceptación, nuestra apetencia por la información social (cotilleo) o nuestra necesidad de sentirnos buenos moralmente y de señalar esa catadura moral a los demás.

En este sentido, uno de los últimos grandes estudios del Laboratorio de Toma de Decisiones Sociales de la Universidad de Cambridge concluye que la ira y el enfado son los sentimientos más influyentes en redes sociales. En el conjunto de datos analizados de políticos y medios de comunicación, tanto en Facebook como en Twitter, cada palabra con un sentimiento negativo se asoció con un aumento del 14% en las probabilidades de que se compartiera una publicación, mientras que cada palabra positiva se vinculó con una caída del 5% Por su parte el «lenguaje moral-emocional» fue relacionado con un aumento de la probabilidad de ser compartido de un 10% por palabra.

Por otro lado, cada palabra referida al grupo externo utilizada en una publicación casi exclusivamente para atacar o burlarse del mismo estuvo vinculada a un aumento de entre el 65 y el 180% en las interacciones, independientemente de si se trataba de un político específico o un término identitario general.

El agro se derrumbaba y nosotros nos “enamoramos”… de ¿una anti-vacunas?

En este ecosistema virtual, es factible que pueden llegar a convertirse en populares perfiles incendiarios, que pisan territorios de las teorías conspiranoicas, como el “Palleter” o Lola Guzmán, la sanitaria valenciana que quiso liderar desde la Plataforma 6F el proceso de movilizaciones del sector agrario, hasta que se pasó de frenada en su discurso extremista.

Pero si estos perfiles llevan bastante tiempo publicando contenido extremo en redes y arengando a agricultores y ganaderos para una gran movilización que paralice el país… ¿por qué ahora se ha producido el estallido del campo? Pues, una vez más, depende del contexto y de múltiples causas ( y actores) que han confluido en el tiempo:

1. Una nueva conspiración en el “Para ti” o los recientes cambios en el algoritmo de X y Tik-Tok. Ya no es necesario estar metido en un grupo de friquis oscuros de Telegram para estar expuesto a teorías conspiranoicas. Delia Rodríguez, periodista de referencia en tecnología y redes sociales, lo deja muy claro en una reciente columna de opinión en El País. “Lo que tanto se criticó en YouTube (que al dejar pasar un vídeo tras otro de forma automática el algoritmo derivaba a contenidos potencialmente radicalizadores ) es ahora la norma en X o TikTok, donde se accede por defecto a la pestaña “Para ti”, donde las máquinas seleccionan aquello que consideran que puede mantenernos atentos durante más tiempo”. Si eres agricultor y normalmente consultas contenidos sobre el sector agrario es cuestión de tiempo ( muy poco tiempo) que en tu “Para ti” aparezcan videos de los creadores más extremos del ecosistema agro.

2. Elecciones al Parlamento Europeo en junio de este año y campaña orquestada desde hace casi dos años. En julio de 2023 hubo varios medios que recogieron las sospechas de especialistas en redes de la Seguridad del Estado de «operación híbrida rusa para la inoculación de bulos y agitación en el mundo rural aprovechando la tensión que sufre”. Diversas líneas de esta campaña en redes sociales serían propagandistas del argumentario del Kremlin en España. La credibilidad de la UE y de las autoridades autonómicas y centrales serían su objetivo.

Según las informaciones publicadas, la lluvia de mensajes se estructuraba en 5-6 narrativas principales: “que los burócratas de Bruselas ordenan matar vacas sanas, que el Gobierno agrava la sequía destruyendo embalses, que la Agenda 2030 es un plan para arruinar el campo, que la OTAN fumiga a personas y tierras con aviones y que fondos de inversión destruyen la agricultura para instalar en su lugar placas solares”. Seguro a que todos los que formamos parte de la comunidad agro nos resultan familiares.

Este caudal de desinformación creció desde marzo de 2023, para influir en la campaña de 28-M y se extendió, según las fuentes consultadas, por las generales. Además, vaticinaban que la agitación se extendería hasta las elecciones europeas ante las previsiones de subida de los partidos de ultra-derecha en la Eurocámara.

Y voila!. A escasos 150 días de las elecciones europeas, la campaña se reactivó en España. En la última semana de enero se apretó el botón para crear una red de redes de grupos de whatsapp, segmentados por provincias, y se prendió la mecha. Una corriente, la más extremista, lo presenta como la batalla de “la Europa de las patrias”; otro, más trumpista, lo promueve como el pulso contra las élites urbanas y el asedio a la agenda 2030 y sus promotores ecologistas. Todos tienen en común una orientación ultraderechista y antiUE, y apoyo a la franja pro-Putin de las redes sociales.

Según las investigaciones publicadas, en la cámara de eco de esta campaña de crispación “se cruzan replicadores de mensajes de partidos de ultraderecha, del negacionismo climático, antivacunas, bots, y erosionadores de la confianza en las instituciones tradicionales”, (muy virulenta la campaña de acoso y derribo a las organizaciones profesionales agrarias). “La inteligencia rusa busca ocupar o manejar plataformas reivindicativas en Occidente, aprovechando reclamaciones legítimas, a veces justificadas, de pacifistas, ecologistas y trabajadores en crisis”, explica un agente policial experto en desinformación.

En efecto. Durante esos días surge de forma «espontánea» la “Plataforma 6F”, liderada por Lola Guzmán, una destacada activista anti-vacunas, creadora de contenido en Youtube sobre teorías de la conspiración como los chemtrails y ex-simpatizante de VOX, un perfil paradigmático de los portavoces más influyentes de esta comunidad. Se replica el modelo de la Plataforma Nacional del Transporte, liderada por el controvertido Manuel Hernández. En los tiempos de la economía de las plataformas, en las que AirBnb, gestiona miles de alojamientos sin tener ni una sola habitación de hotel en propiedad, se reproduce también el sindicalismo de plataformas en función de la crisis del momento, las corrientes políticas y mediáticas y los lideres mesiánicos que las abanderan; camioneros sin camión y «agricultoras» sin tierras. De hecho, ambos personajes han protagonizado ruedas de prensa conjuntas y frustrados anuncios de paros nacionales, en compañía de destacados influencers de ideas ultras y anti-sistema, Alvise Pérez y Vito Quiles, o el abogado que financió la famosa lona de Desokupa, Xaime Da Pena, asesor jurídico y portavoz del 6F ( todos en la foto en Estadio Metropolitano)

Campañas similares han caído sobre población rural de otros países, destacando los precedentes de Países Bajos -donde del descontento surgió el partido euroescéptico BBB, ganador de las elecciones provinciales y ahora ariete del Gobierno- o de Francia, con un activo flanco ruralista de los chalecos amarillos.

Casualmente, movimientos que giran en torno a estos territorios ideológicos han ido anunciando en los últimos días que concurrirán a las elecciones europeas del mes de junio. Es el caso de la Plataforma SOS Rural y la Fundación Ingenio, que han estado valorando presentarse hasta hace unos días ( y finalmente lo han descartado ) o el acuerdo alcanzado por Iustitia Europa y el denominado Movimiento Rural Español para presentarse de forma conjunta. Alvise Pérez también ha anunciado recientemente a través de su perfil de Instagram que será candidato a las elecciones del Parlamento Europeo con un nuevo partido.

3.  «Efecto contagio” de las tractoradas de los agricultores alemanas y franceses. En este aspecto influye desde la gran cobertura mediática que le dieron los principales medios de comunicación españoles (el poder de la atención y la selección de la agenda), pasando por el sesgo cognitivo de «disponibilidad», (tendemos a creer que aquello que podemos recordar con más facilidad es más relevante), a una convención social predeterminada que nos viene de serie en nuestros cerebros; tendemos a ajustarnos a las normas del grupo social al que pertenecemos. Aprendemos por imitación y actuamos en manada.

4. Descontento y hartazgo REAL de los agricultores y ganaderos por las políticas agrarias impuestas desde Bruselas sin escuchar al sector, que reconocen hasta 22 ministros de Agricultura de países miembros en una carta conjunta enviada a la Comisión Europea el pasado 5 de marzo para justificar su petición de cambios y reformas:

  • “Bajos ingresos medios y el aumento de los costes de producción y de las normas de producción, en un contexto de inflación amplificada por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», además de la falta de reconocimiento del «carácter estratégico» de su actividad”
  • La percepción que tienen los agricultores del ‘Green Deal’ europeo genera preocupaciones más que ambiciones compartidas», con nuevas normas, aún más estrictas, que resultan cada vez más difíciles para los agricultores, sobre todo cuando no se exigen las mismas normas de producción para los productos de terceros países»,
  • Suman a las dificultades sectoriales el problema del relevo generacional y la acumulación de normas «a pesar de que son las primeras víctimas del cambio climático, que afecta a su actividad cada vez con mayor frecuencia y gravedad» y las «dificultades para percibir la orientación que se ha dado a la PAC».
  • “Es evidente que tras el primer año de gestión de la nueva PAC «se está volviendo extremadamente compleja, tanto para los agricultores como para las administraciones», argumentan.

Sin embargo, si bien la repercusión mediática ha sido espectacular y han sido numerosas las tractoradas y cortes de carretera se ha dado a lo largo y ancho de toda España, no han sido unas movilizaciones especialmente multitudinarias en cuanto a número de asistentes si tenemos en cuenta la temperatura que tomó el debate en redes sociales y grupos de whatsapp en la última semana de enero y la primera de febrero, (brecha entre la percepción en el ámbito online y la realidad). Sonado fue el gran fracaso en la convocatoria del fin de semana del 10 de febrero, en el que desde la “Plataforma 6F” se anunció que se iba a bloquear Madrid, al estilo de París, con miles de tractores y camiones. Un despliegue policial espectacular y prácticamente nadie a las puertas de la capital.  

“No asumas que sabes lo que alguien está pensando por la falta de comentarios en las redes sociales; la mayoría de los temas están dominados por un pequeño número de personas con creencias extremas y las personas con punto de vista más matizados tienden a permanecer en silencio”. Lo dice Jay Van Bavel, profesor de Psicología y Ciencias Neuronales en la Universidad de Nueva York y director del Laboratorio de Identidad Social y Moralidad, referente mundial en investigaciones sobre cómo desde las neuronas hasta las redes sociales, las identidades sociales y la moralidad dan forma a la mente, el cerebro y el comportamiento.

Los datos así lo avalan. El fenómeno de la desigualdad en la participación en redes sociales lo estudió Jakob Nielsen, quién desarrolló una teoría más que contrastada en múltiples estudios posteriores y que concluye en la regla del 90–9–1: el 90% de los usuarios leen u observan, pero no contribuyen; el 9% de los usuarios contribuyen de vez en cuando, pero otras prioridades dominan su tiempo; y el 1% de los usuarios participa mucho y representa la mayoría de las contribuciones y generación de contenido.

Aviso para navegantes. Cuidado con tomar al pie de la letra las corrientes de opinión que se generan en redes sociales y grupos de whatsapp. Hay una mayoría silenciosa de agricultores y ganaderos que tienen visiones mucho más matizadas y menos extremas, pero no las expresan públicamente o si lo hacen se suman a la opinión percibida como mayoritaria. Esto lo explica en parte la conocida espiral del silencio de Noelle Newman, teoría de referencia aplicada a la comunicación política. La teoría de la espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y, al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas (que escuchan en medios de comunicación, redes sociales o grupos de whatsapp), para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada. En el activismo agrario 4.0, si bien sólo hay una minoría de usuarios que eligen pasar a la acción, cuando lo hacen, todo el foro festeja.

No obstante, el goteo incesante de contenidos con las narrativas comentadas en párrafos anteriores, está influyendo en la percepción que una parte significativa del sector agrario tiene sobre estos temas. Ilustrativo es el caso de agricultores, con elevados conocimientos técnicos y formación en cuestiones climáticas, sensatos y moderados, con los que he mantenido conversaciones durante las últimas semanas acerca de los chemtrails y muestran dudas razonables sobre la posible existencia del fenómeno en el sureste español. Incluso las mentes más inteligentes, aunque no se traguen los bulos y las teorías conspirativas, como mínimo las paladean.

Jack Lewis, popular neurocientífico británico, formado en la Universidad de Nottingham y el Instituto Max Planck alemán, lo ha comprobado en sus investigaciones. “Si te atiborras excesivamente de contenidos de personas enojadas, entonces esta exposición diaria modificará los circuitos de tu cerebro para normalizar los tipos de comportamientos que exhiben. Los seres humanos somos imitadores naturales y, a menudo, copiamos los comportamientos de las personas con las que nos relacionamos regularmente; a menudo sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo”.

Tratamiento por infoxicación

Las nuevas tecnologías y las redes sociales nos abren un maravilloso mundo de posibilidades para incrementar nuestros conocimientos y relaciones. Sin embargo, debemos construir un pensamiento crítico sólido para diferenciar el grano de la paja, (nunca mejor dicho en este sector). En una inundación lo primera que falta es el agua potable. Elijamos bien a qué prestamos nuestra atención y las fuentes de referencia en las que “beber”.

En los tiempos de la gratificación inmediata, de Tinder, Tik_tok y ansiolíticos, el tempo del campo nos debe marcar el camino.

Si eliminamos el elemento racional y la reflexión, el sector agrario será un instrumento para el populismo y la demagogia de los partidos políticos.

Si se impone un relato sobre el sector agrario que se asienta de forma permanente en el miedo, el odio, el victimismo, el fracaso o la ausencia de futuro, seremos incapaces de despertar el deseo.

Tras 23 años en el mundo de la comunicación agroalimentaria, estoy seguro de que la inteligencia natural de los miles de profesionales del campo está muy por encima de la inteligencia artificial. Pero no son excluyentes. Sabiduría ancestral, intuición y tecnología debe ser una triada que sume para conjugar de forma sostenible “el fin del mundo con el fin de mes”.

Hace un par de semanas acompañé en La Mancha a un buen colega agricultor a cambiar las ruedas traseras de su tractor al taller del pueblo. El histórico lema de una de las principales marcas de neumáticos me sirvió para cerrar el círculo del activismo agrario y la nueva comunicación: la potencia sin control no sirve de nada.

7 comentarios en “Algoritmo, la opa más hostil del campo español

  1. Totalmente de acuerdo con tu artículo. Creo q es necesario contrarrestar todas las opiniones populistas que se han vertido en estas movilizaciones para diferenciar como bien dices, el grano de la paja.

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  2. puedo estar de acuerdo en algunos aspectos como integrante del grupo de agricultores silenciosos al q creo pertenecer,pero el precio de lo q produce mi explotación,el de los insumos,las políticas de importación sin controles ni aranceles,la burocracia,etc etc,no es por las redes sociales ni por la extrema derecha,nuestras perdidas económicas no son perfiles en las redes,el artadgo es real y la ruina inminente

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    1. Muchas gracias por tu comentario y reflexión. Coincido contiigo, por eso en el punto 4 de las causas aparece claramente lo que comentas, «hartazgo y descontento REAL de agricultores y ganaderos» y se enumeran todos los causas objetivas y muy tangibles a las que haces referencia. Saludos!!

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